Tengo bastantes ganas de escribir esta entrada. John Grisham es uno de mis autores favoritos, por no decir mi autor favorito en el género de novela negra. Y es que nadie ha podido hacerme sentir como él cuando leo una historia de estas características. No, nadie, ni Agatha Christie, ni Conan Doyle, ni todos estos autores de renombre (que me encantan ojo)
Los Litigantes
Título: Los Litigantes
Autor: John Grisham
Editorial: Plaza & Janés
Páginas: 494
Género: Novela Negra/Policiaco
ISBN: 9788401353567
Precio: 23,90 € (Casa del Libro)
Sinopsis
“En un barrio degradado del sur de Chicago se encuentra el bufete de abogados Finley & Figg. Defienden a algún conductor borracho, tramitan divorcios sencillos y sobre todo buscan clientes en los pasillo s de urgencias de los hospitales cercanos. Desde hace veinte años se ganan mal la vida juntos y discuten a diario como un matrimonio. Pero todo esto cambiará con la llegada de David Zinc, un joven abogado totalmente quemado de su experiencia en un gran bufete prestigioso. Se topa con ellos el día en que decide que no aguanta ni un minuto más y se marcha de su oficina para emborracharse hasta caer redondo en la puerta de Finley & Figg. Cuando recobra la sobriedad, les pide trabajo. Ahora que son tres abogados les llega el caso más importante de sus vidas, un caso con el que podrían ganar una fortuna, pero en el que ninguno de ellos tiene ni la experiencia ni los conocimientos para afrontar”
Mi opinión
Antes de empezar a dar mi opinión específica sobre el libro, quiero elevar una queja a todas estas editoriales que ponéis sobre cubiertas a los libros.
¿Para qué? Si es que no sirven para nada, molestan, y quedan mal. ¿Y qué pasa? Que al final acabo tirándolas siempre y me quedo con el libro de un color si portada ni nada.
En fin, tras este ataque de frustración vamos allá. (¡CAMBIADLO!)
John Grisham nos transporta a un bufete-boutique”, es decir, un buffete pequeño que se vale de accidentes y trucos para conseguir a sus clientes y conseguir ese poco dinero que les vaya a permitir tirar para adelante.
La situación inicial me ha gustado mucho. Es un planteamiento que es interesante. Nos presentan a Wally y Oscar, los dos socios del bufete. Uno más mayor y otro más joven, ambos caracterizados de forma sensacional y una evolución muy clara a lo largo de la historia que hace que les quieras, sobre todo a Wally. Y Rochelle, no nos olvidemos de su secretaria y de como ha llegado al bufete. Es todo cómico.
Y tras esta presentación nos van a enseñar al verdadero protagonista de la historia. David Zinc. Un abogado que está estresadísimo en uno de los grandes bufetes del país, y que un día se da cuenta de que su trabajo es horrible, que no lo aguanta, que no significa nada para la empresa, y que a pesar del altísimo sueldo que cobra no vale la pena.
Pues tras abandonar el bufete y irse al bar de la esquina sucede una de las escenas de borracheras más divertidas que he podido leer en algún libro. Es buenísima, como David está harto, como no puede más, como se recrea todo. Llega a pasar unas 12 horas o más en ese bar. “Ankers”
Al salir y coger un taxi no sabe donde ir, y al ver un anuncio acaba en “Finley & Figg”, el bufete boutique de nuestros coprotagonistas.
Tras una exhibición de sus actitudes (o el uso de una barra de hierro) acaba entrando y siendo uno más.
Pero claro, esto tenía que pasar, y finalmente nuestro bufete se ve dentro de una gran demanda contra el antiguo bufete de David por posibles efectos perniciosos de un medicamento, el Krayoxx.
¿Conseguirá el pequeño boutique ganar la demanda? Sinceramente, leedlo, el desarrollo de la historia es muy buena.
Aunque bien es cierto que no es de sus obras predilectas, esta novela cumple perfectamente con lo que quiere ser. Una novela de abogados, y claro, aquí uno que estudia derecho, pues se deja sumergir en el mundo que Grisham nos plantea.
Quizá por debajo de otras como “Legítima Defensa” o “La confesión” del mismo autor. Pero leedla. Si os gusta el mundo del derecho leedla.
¡Nos leemos!
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