¡Hemos vueeelto!

  

  (Nos encontramos en una biblioteca de esas que están llenas de polvo y libros antiquísimos.  Sentadas en una de las destartaladas mesas se encuentran nuestras dos protagonistas, mirando a los espectadores).

  Marién: Oti, ¿qué hacemos aquí con el buen día que hace fuera?

  Oti: Marién, hemos invitado a nuestros lectores a esta biblioteca para darles la nueva noticia.

  Marién: ¿Qué buena noticia?

  Oti: (La mira con expresión de cansancio) ¿Pues qué noticia va a ser, pelirroja? ¡Que hemos vuelto a Bloggerizados!

  Marién: Ahh, es verdad!! Pero en realidad yo nunca hice acto de presencia, así que la que realmente ha vuelto has sido tú, yo soy nueva.

  Oti: Tienes razón, así que puede que muchos de nuestros lectores se acuerden de mí.

  Marién: Y si no se acuerdan, cosa imperdonable, pueden pasarse por tu Blogk de notas o por tu Twitter. Cuando digo pueden pasarse, es que deben pasarse OBLIGATORIAMENTE.

  Oti: Mujer, no seas exagerada. De todas formas, si quieren conocerte a tí, sólo deben adentrarse en tu blog de relatos o seguirte a tí también en Twitter.

  Marién: (Dice con voz indignada y mirando por el rabillo del ojo) ¿Y por qué tú no los obligas a visitar mi blog?

  Oti: (Haciendo un gesto con la mano restando importancia) Porque ellos saben que si no lo hacen aparecerán enterrados en tu jardín.

  Marién: En mi jardín ya no cabe nadie más, tengo sobrepoblación, además a mi madre no le gusta ese tipo de fertilizante, dice que levanta mucho olor.

  Oti: Bueno, ya encontraremos el jardín de otro. Además, tú eres la que dice que no es tan difícil esconder un cadáver.

  (Se escucha un “SSSHHHHHH” estruendoso en la sala y nuestras protagonistas se miran la una a la otra, después miran al público.)

  Marién: (Hablando por lo bajini) Ha sido el calvo feo…

  Oti: (Con tono despectivo) Necesitará echar una canilla al aire…

  Marién: Es la hora del té, ya sabes lo que eso significa…

  Oti: Bueeeeno, vamos a darle a la niña su té. Queridos lectores, esperamos que os sea grata nuestra compañía, nos veremos en próximas compañías.

  (Se cierra la puerta de la biblioteca y los lectores respiran aliviados.)