Qué hace grande a un libro.

Queridos lectores, os habla Fran. 

Imagino que la mayoría de los bloggers en algún momento de sus comienzos en este mundillo se han hecho una serie de preguntas como “¿Sobre qué debo escribir?”, “¿Cómo empezar a escribir una entrada?”, “¿Qué tipo de lenguaje he de usar?” y muchas otras más. Personalmente he de decir que, aunque ya llevo meses en esto, yo aún me las sigo haciendo. Pero bueno, a lo que iba. 

Hace unos cinco meses leí un libro llamado “El Canon Occidental”, escrito por Harold Bloom, en el que tras elogiar y reprochar a numerosos autores ingleses siempre llega a la conclusión de que el dramaturgo inglés Shakespeare es el canon o el modelo al que seguir de la literatura occidental. Por supuesto, en esa apuesta tan firme entran en juego todas las novedades que el autor ofrecía, los temas que trataba y su estilo propio.

Y ahora yo me pregunto: ¿de verdad necesitamos un modelo al que seguir? ¿Un sólo autor puede dejar en la sombra a otros escritores sólo por el hecho de haber publicado y haber tenido bastante importancia en un momento determinado? Personalmente creo que no. Es más, en mi caso, no me gusta tachar una obra o a un autor de bueno o malo sólo por sus contenidos, formas de desarrollar la temática o por su destreza a la hora de describir las acciones, sino por el hecho de poderme sentir identificado o maravillado con esa determinada historia en el momento en el que estoy leyendo el libro. Por poner un ejemplo y aclarar un poco lo que voy diciendo, pongamos que si un día estoy deprimido porque, por ejemplo, mi chica me ha dejado, en ese momento sólo me van a apetecer libros que hablen de eso mismo, para no sentirme solo, y el resto me van a parecer algo más aburridos, hasta que mi humor cambie y me identifique con esos otros.

Con todo esto lo que quiero decir es que muchas veces nos ponemos nosotros mismos una venda en los ojos para no ver que podemos tener un estilo propio y que puede ser tan bueno como cualquier otro. Hay autores que empiezan sus obras con una fecha, con una conversación, con una descripción o incluso usando una analepsis, pero todas tienen su propia magia, su propia esencia que las hace tan especiales y las prepara para encandilarnos en el momento en que queramos leerlas.

Ya sé que suena un poco a tópico, pero mi consejo a la hora de escribir es "sé tú mismo, deja volar tu imaginación y deja que las palabras cobren vida en un libro". La naturalidad que nace de ti es la forma más sencilla y adecuada para escribir, y olvídate de convencionalismos y formalidades establecidas previamente, porque el próximo canon puedes ser tú. Un autor muy interesante que decía algo parecido es William Wordsworth, en cuyos poemas defendía una expresión lo más natural y campesina posible, ya que el desbordamiento de emociones era lo que definía a la poesía y, si esas emociones estaban contagiadas con convencionalismos y normas de vida en la ciudad, los escritos no serían tan puros ni tan naturales como deberían.

Y ya está. Espero haber servido de ayuda con este pequeño artículo, escrito desde mi opinión personal. Cualquier cosa que queráis comentar, ya sabéis que podéis hacerlo y contestaré gustosamente en cuanto tenga un rato.

Muchísimas gracias, y un abrazo a todos y a todas.

Fran.