12/10/14

No soy lector, soy amante de las historias.

Ha cambiado mucho mi forma de ser en este último año. Han pasado muchas cosas, pero creo que todas han hecho más bien que mal en mí.

Uno de los mayores cambios que he experimentado en los últimos doce meses ha sido sin ninguna duda el hecho de ya apenas leo. Sí, y estoy aquí, en un blog literario. Todo muy lógico. Aún así, este blog es mi casa, al sitio que pertenezco, y en el que pienso seguir participando, dando mi granito de arena. Bloggerizados es mucho. Escribir es algo esencial en mi vida.

Hay una cosa que todos los que queremos el mundo de la literatura conocemos. El llamado “bloqueo del lector”. Ese período de tiempo en el que por más que quieras ningún libro te entra. Te sientas donde más te guste leer, o incluso te tumbas si ya es de noche y quieres aprovechar tu cama. Abres el libro, te pones delante… y no, no es tu momento. Puede que seas tú o puede que sea el libro, pero el hecho de que te haya pasado con tantos libros empieza a hacerte pensar que lo tienes. 

Somos humanos. Nos bloqueamos. Nos saturamos. Cuando tenemos una gran cantidad de algo acabamos normalmente por detestarlo. Nos cansamos de ello. Y eso es lo que nos pasa a muchos lectores.



Pero yo no tengo un bloqueo del lector. Yo tengo algo completamente diferente. Un bloqueo no te dura un año. Un bloqueo no hace que pases de leer casi 200 libros en dos años a dos el siguiente. He cambiado, o quizás he vuelto a ser como era. 

Desde pequeñito esto de la lectura siempre me había parecido algo tedioso, aburrido, demasiado pasivo. No conseguía nunca meterme dentro de una historia. Me parecía algo arcaico. Algo desfasado. Demasiado geek de la tecnología he sido siempre.  Por determinadas causas, y sobre todo, por una enfermedad muy duradera, me enamoré de esto. Empecé a devorar letras. Una tras otra. No daba tregua. Siempre me habían gustado las historias, pero nunca leerlas. Yo era de series, de películas, de videojuego. No de libro.

Por eso digo que quizás algo me ha hecho clic y me ha hecho recuperar cosas muy buenas que había perdido. Poco poco vuelvo a ser yo. No me gusta dejar mi faceta lectora por el camino, pero sé que tarde o temprano, aunque sea con un par de libros al año volveré a disfrutar de esto.

Yo no soy lector, soy amante de las historias.

3 comentarios:

  1. Lee cuando tengas ganas de leer, no se gana nada con obligarse a hacerlo, al final, los libros siempre estarán ahí :)

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  2. Totalmente de acuerdo: un lector puede bloquearse de vez en cuando y no ser capaz de leer ni una página de lo saturado que se está; a mí también me ha pasado. Pensaba que era al único que le pasaba haha Pero ¿ves? Aunque hayas tenido que pasar por circunstancias difíciles, siempre todo lo malo tiene su recompensa, y eso te llevó a ser capaz de descubrir el mundo de la lectura. Siempre hay que sacarle el lado positivo a las cosas :D
    ¡Un abrazo, Carmelo!

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  3. Cuánta razón tienes mi querido amigo.

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