20/10/16

Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl

Editorial: Penguin Putnam Inc
Formato: De bolsillo
Páginas: 155
ISBN: 9780142410318
Precio: 7.57€

Sinopsis

El señor Wonka, dueño de la magnífica fábrica de chocolate, ha escondido cinco billetes de oro en sus chocolatinas. Quienes los encuentren serán los elegidos para visitar la fábrica. Charlie tiene la fortuna de encontrar uno de esos billetes y, a partir de ese momento, su vida cambiará para siempre.

Mi opinión

Nunca había leído a este hombre aunque sí que había visto las adaptaciones de dos de sus obras, la de Matilda y la de este libro. Hace un mes fui a la biblioteca de mi pueblo y resultó que estaban todas sus historias a la entrada. Mirándolos me di cuenta de que muchos estaban en inglés y pensé ¿qué mejor manera de descubrir a este hombre que en inglés? Así que me llevé este y el de Las brujas a casa, dispuesta a disfrutarlos. He tardado en leerlos porque estaba con la cabeza en otro lugar, pero ahora que ya estoy con nuevas energías he decidido que os voy a hablar de ambos, aunque el segundo no sé cuándo lo acabaré —es lo que tiene estudiar Estudios ingleses, que estoy cargadita de lecturas y no tengo tiempo para nada— pero os prometo que os hablaré de él. 

Me habría encantado leer esta historia cuando era niña porque es increíblemente mágica. Todos sabréis la historia y si no os acordáis lo habréis hecho al leer la sinopsis. Ahora pensaréis "para qué te lees el libro si ya te has visto la película", muchos viéndolo como una pérdida de tiempo pero es que, lectores nuestros, me encanta redescubrir historias que no sabía que tenían película —a ver, yo suelo leerme primero el libro, yendo luego al cine pero esta vez ha tenido que ser lo contrario— y os aseguro que aunque sepas lo que pasa lo disfrutas igualmente. 

Charlie y la fábrica de chocolate podría verse como una historia educativa en la que, a través de una aventura en un sitio tan especial como ese, el escritor te da una lección de cómo siendo un chico humilde y educado vas a obtener una recompensa. 

En la historia hay cinco niños con su familia, y todos menos Charlie provienen de familias pudientes en las que hacen lo que les da la gana porque los padres no les muestran atención. Hay uno obsesionado con la comida, otro con la televisión, otra con tener todo lo que quiere...y cuando van a la fábrica ninguno sabe comportarse, todos hacen lo que no deben, sobre todo si Mr. Wonka, el jefe de la fábrica, les dice que no lo hagan. Todos sufren un castigo cuando hacen algo que estaba prohibido, como una lección moralizante de "qué pasa si pasas de lo que los adultos te dicen", EXCEPTO Charlie. 

Charlie se diferencia del resto de personas nada más entrar en la fábrica pues, así cómo el resto va con sus padres, él entra ahí con su abuelo, quien tiene tanta ilusión como el nieto. Ambos observan todo, se maravillan con lo que ven y tratan con educación a Mr. Wonka, haciéndole caso en todo momento. Podría verse también como ricos vs pobres pues los que no tienen nada son los únicos que saben comportarse en un lugar así. ¿Qué premio recibirá por su buen comportamiento? 

Otra cosa que podemos ver es que los que disfrutan de los productos Wonka son sobre todo los niños, los adultos parecen pasar un poco del tema, como si fuera una tontería. Cuando van a la fábrica sí que parecen asombrados pero también puedes darte cuenta del que realmente disfruta es el abuelo de Charlie, que parece que vuelve a su niñez. Además, él siempre ha visto las puertas de la fábrica cerradas, pues Wonka no deja que nadie entre por si le roban sus productos, como parece que pasó hace tiempo.

Quizás penséis que es un libro para niños pequeños pero creedme cuando os digo que es una lectura muy recomendada también para adultos pues a todo podemos ver la historia con una mirada diferente y darnos cuenta de cosas que no habíamos visto antes. Es una historia maravillosa que te hace desear volver a ser un niño e ir a esa fábrica.


17/10/16

El poder de las palabras.

¡Hola a todos! Al teclado Fran.

Hacía ya mucho que no me dejaba caer por aquí. Entre lo ocupado que me tiene la vida y mil millones de cosas más, han pasado ya bastantes meses desde mi último post. Pero bueno, ha llegado el momento de poner fin a este problema y volver a la carga con las pilas cargadas a tope.

Hoy me gustaría haceros reflexionar un poquito, haceros ver lo mucho que pueden ofrecernos las palabras aunque no lo parezca. Y es que a veces no nos damos cuenta, pero esconden un mundo entero entre sus letras que no vemos porque están camuflados entre largas parrafadas de texto, incluso en libros. ¿Quién no tiene un libro o un cuento favorito? ¿Quién no ha marcado alguna vez una página, un párrafo o una frase que le ha marcado y le ha llegado al corazón? ¿Cuántas veces nos hemos sentidos identificados con sólo una frase o una cita corta? Sólo con eso. Con cinco o seis palabras que nos han estremecido por dentro y que hemos adoptado como filosofía de vida aplicándola a todo tipo de situaciones en las que podamos verlas reflejadas. Seguro que todos los que estén eyendo esto ahora mismo lo han hecho alguna vez. Pues eso que os ha gustado tanto no es más que la combinación de palabras que tienen un significado especial para su autor y que de una forma u otra ha conseguido que sintáis lo que él siente cuando las ha escrito.

En general, queridos lectores, estamos muy acostumbrados a leer y a  intentar entender unidades muy grandes que da un significado muy concreto, cuando en realidad podemos simplificar el número de elementos para ampliar los posibles significados que puedan tener para cada uno de nosotros. Y voy a ejemplificar esto porque a veces me explico como un libro cerrado ja, ja, ja. Me refiero a que si yo digo LA CASA DE ANTONIO, todos sabemos que a lo que nos referimos es a la casa  de un alguien que conocemos y se llama de esa forma. Pero si yo digo sólo ANTONIO, podemos pensar en nuestro hermano, nuestro padre, nuestro vecino o nuestro mejor amigo al mismo tiempo. Con sólo esa palabra podemos pensar en todas las anécdotas que tenemos para contar con nuestro hermano, en el recado que tienes para darle a tu primo, en que dentro de media hora has quedado con él para ir a tomar café a su casa, en sacar a pasear a su perro, en su familia, en su trabajo...

¿Veis? Al reducir el número de unidades que leemos ampliamos el número de significados. Y es que una sola palabra puede llevarnos a miles de pensamientos diferentes, a empezar la próxima novela que vamos a escribir mañana o puede dar un giro de 180º a nuestras vidas cambiándolas para que nunca más sean como eran hasta ahora, un sí o un o que determinen el rumbo de nuestro destino. Curioso, ¿verdad? Es el poder de las palabras.

Pues ya sabéis. A partir de ahora prestad más atención a las palabras y a lo que estas pueden estar queriéndoos decir, porque a través de ellas podéis descubrir un mundo entero de posibilidades. Y recordad que menos es siempre más si se saben elegir y utilizar bien las palabras con las que se dicen las cosas. 

Como siempre, muchas gracias por leernos y si hay cualquier cosa que os apetezca comentar, abajo tenemos un cuadro muy bonito para ello.

Un abrazo a todos,

Fran SC.

13/10/16

Bob Dylan gana el Nobel de literatura


Esta mañana, cuando me he metido en twitter, me he llevado la alegría del año. ¡Uno de mis cantantes y letristas favoritos ha ganado el nobel de literatura! Confieso que me he sentido muy orgullosa y contenta, he estado a punto de que me saltaran las lágrimas —soy una sensible, no me lo tengáis en cuenta. He estado mirando un poco mi TL porque tenía la curiosidad de saber qué opinaba la gente que sigo y os diré que me he quedado bastante decepcionada. Parece que hemos olvidado que en la literatura también caben las canciones, sobre todo cuando son poesía pura, algo que es característico de las canciones de Dylan. 

Heard one person starve, I heard many people laughin’
Heard the song of a poet who died in the gutter
Heard the sound of a clown who cried in the alley
And it’s a hard, and it’s a hard, it’s a hard, it’s a hard
And it’s a hard rain’s a-gonna fall
A Hard Rain’s A-Gonna Fall

Como parece que hemos dejado atrás ciertas cosas que considero importantes, os quiero recordar que la música no son solo canciones de David Guetta, Demi Lovato y Melendi —matadme, no se me ocurren más nombres porque soy una rarita que escucha folk, rock y bandas sonoras de musicales y que ya no sabe de música pop—, si no que hay otros géneros como esos que en España escuchamos cuatro y que fuera escuchan muchos más. Una cosa que me gusta muchísimo del folk es que las canciones suelen contar historias, de tal manera que cuando lees las letras de ciertos cantantes te quedas maravillada. A muchas no les hace falta música, con solo leerlas es más que suficiente —aunque es una maravilla escucharles. 

Hattie Carroll was a maid of the kitchen
She was fifty-one years old and gave birth to ten children
Who carried the dishes and took out the garbage
And never sat once at the head of the table
And didn’t even talk to the people at the table
Who just cleaned up all the food from the table
And emptied the ashtrays on a whole other level
The Lonesome Death of Hattie Carroll

Bob Dylan toca muchos géneros musicales, no se queda en uno solo sino que se podría clasificar como folk, rock, gospel, blues, country.. Aunque hoy no vengo a hablaros de música, aunque la cosa vaya relacionada. Hoy os vengo a hablar de por qué es justo que Bob Dylan, el judas del folk, haya ganado un nobel de literatura.

How many years can a mountain exist
Before it’s washed to the sea?
Yes, ’n’ how many years can some people exist
Before they’re allowed to be free?
Yes, ’n’ how many times can a man turn his head
Pretending he just doesn’t see?
The answer, my friend, is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind
 —Blowin' in the wind

Las letras son muy importantes, aunque os penséis que no, y los cantautores para mí son esos seres maravillosos que son capaces de inventarse una letra, una melodía y cantarla ante un público. Solía ser habitual que Dylan subiera a un escenario con su guitarra y su armónica, listo para tocar las canciones que él mismo había compuesto —a parte de escuchar música "rarita", confieso que suelo ver sobre todo conciertos antiguos porque me fascinan, es divertido cuando en uno le llaman Judas sólo por empezar a usar una guitarra eléctrica. Vale, estaréis diciendo "ya estás hablando de música otra vez", pero os prometo que está justificado. 

You’ve gone to the finest school all right, Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in it
And nobody has ever taught you how to live on the street
And now you find out you’re gonna have to get used to it
—Like a rolling stone

Dylan empezó a tocar en 1959, en una época en la que el ambiente no era precisamente pacífico, y se había pasado años escuchando rock y gospel. Un día decidió ponerse a tocar música folk porque con ella podía contar cosas que a él le importaban. Al principio Dylan tenía otro nombre artístico pero decidió llamarse así en honor de Dylan Thomas, aunque al principio no quería que le relacionaran con él. 
 
Now, a very great man once said
That some people rob you with a fountain pen
It don't take too long to find out
Just what he was talking about
A lot of people don't have much food on their table
But they got a lot of forks and knives
And they gotta cut something.
—Talkin' New York

Las canciones de Dylan, entonces y ahora, siempre han tenido un algo especial pues son pura poesía, algo que fue muy novedoso en su época. Cuando se pasó a la música rock fue toda una novedad, su manera de escribir letras no encajaba, no había nadie igual a él. ¿Poesía en el rock? ¿Dónde se ha visto? Pues en Bob Dylan. Además, había otra novedad. La música rock solía mirarse en su conjunto: melodía y letra van juntas. Con Dylan no ocurre eso, prueba de esto es que haya libros que recojan sus letras como si de un poemario se tratara pues las melodías de sus canciones, que también suelen ser preciosas, no son necesarias para que la letra sea una obra de arte en sí. No sé si me explico.

Though you might hear laughin', spinnin' swingin' madly across the sun
It's not aimed at anyone, it's just escapin' on the run
And but for the sky there are no fences facin'
And if you hear vague traces of skippin' reels of rhyme
To your tambourine in time, it's just a ragged clown behind
I wouldn't pay it any mind, it's just a shadow you're
Seein' that he's chasing.
—Mr. Tambourine man

Dylan tiene innumerables influencias que van desde poesía hasta el lenguaje publicitario y ha creado un lenguaje y una manera de expresarse en las canciones única, que después imitarían muchos. Además, también metió un tema que hasta ahora no se solía meter en las canciones: protesta. Dylan escribía contra el racismo y las guerras, pero también hablaba del amor, aunque de una manera nueva y diferente. Si se le ha dado el premio nobel a Dylan es porque creó un lenguaje único en la música y ha escrito unas letras inimitables —por mucho que os pongáis a decir "tal escribe así", lo siento pero no se puede comparar al gran Bob Dylan, el primero en utilizar ese lenguaje. 

Queen Mary, she's my friend
Yes, I believe I'll go see her again
Nobody has to guess
That Baby can't be blessed
Till she finally sees that she's like all the rest
With her fog, her amphetamine and her pearls
She takes just like a woman, yes she does
She makes love just like a woman, yes she does
And she aches just like a woman
But she breaks just like a little girl.
—Just like a woman

La academia sueca dice que Dylan ha creado nuevas expresiones poéticas en la gran tradición de la canción americana, y yo digo que si leéis sus letras lo veréis al igual que lo han visto ellos. Sé que muchos seguiréis sin verlo justo, aunque muchos escritores a lo largo de la historia del siglo XX y XXI hayan dicho que Dylan merece ganar un premio nobel —Allen Ginsberg, por ejemplo— pero os invito a que, a parte de leer los fragmentos que os he ido dejando a lo largo de la entrada, os leáis las demás letras y sus libros. 

When I left my home and family
I was no more than a boy
In the company of strangers
In the quiet of the railway station
Running scared, laying low
Seeking out the poorer quarters
Where the ragged people go
Looking for the places only they would know.
—The boxer

Muchos olvidamos que muchas canciones no son más que poesía cantada. Escuchad a Leonard Cohen, por ejemplo, pues cada canción suya es poesía y parece que más que cantar, recita. Creo que es algo que se ha olvidado, no se da importancia a los letristas cuando hacen auténticas maravillas. Creemos que la literatura es una novela, un ensayo o una obra de teatro —no siempre—, pero resulta que no, también lo son las canciones. Con ese mismo criterio podríamos juzgar el teatro, pues no es más que un guión de lo que unas personas dicen en un escenario pero ¿no es algo que estudiamos en la literatura? A mí me parece que es lo mismo. 

Let me ask you one question
Is your money that good
Will it buy you forgiveness
Do you think that it could
I think you will find
When your death takes its toll
All the money you made
Will never buy back your soul.
—Masters of war

Bueno, ¿os sigo sin convencer? Pues os encantará saber que Bob Dylan ha escrito libros. ¡Dios mío, que ha escrito libros! Tenéis a elegir, sobre todo ahora que las editoriales correrán a traer sus libros a España. Tarántula —prosa poética—, Crónicas —autobiografía, finalista al National Book Critics Circle—, Tempest —música y letras—, Lyrics 1962-2001 —para descubrir sus canciones, que son poesía—, The lyrics—más letras, que son poesía pura— y The drawn blank series—básicamente son dibujos, pero es un libro así que cuenta. 

Pero Bob Dylan no sólo ha ganado el nobel, si no que en 2008 le dieron un premio Pulitzer —para los que digáis que a vosotros solo os valen estos premios, porque son más serios— por "su profundo impacto en la música y la cultura popular americana, gracias al poder poético de sus composiciones". 

En resumen, que no sé vosotros pero estoy muy contenta de que en la literatura se empiece a reconocer a la música y a los letristas como parte de ella. Y que se lo den a alguien como Dylan alegra un montón. 

3/10/16

"Armarios y Fulares" de Ruth Ibáñez

¡Muy buenas, Bloggerizados! Hoy estoy especialmente contenta porque solemos leer las historias una vez publicadas, pero poderlo hacer antes de que salga a la venta... Ha sido una experiencia que me ha encantado realizar y que quiero agradecer a la autora que nos haya permitido ver su criatura antes que nadie. Por ello, analizamos el libro Armarios y Fulares de Ruth Ibáñez.
Formato: Digital (Kindle)
Páginas: 211 págs.
Género: Romántica
ASIN: B01KVCK6HI
PVP: 4€
Sinopsis:  
"Mike Devons es un hombre felizmente casado a punto de cumplir su quinto aniversario con el amor de su vida, Alan Peterson. Ambos forman la pareja perfecta, una familia suburbana a quien todos envidian en el corazón del valle de Salinas, en California. Pero la llegada del nuevo jefe de Mike, Todd Michelman, hace que su mundo se tambalee. Homófobo, misógino y racista, ha puesto la oficina patas arriba. ¿Qué hará con él cuando descubra que es gay? ¿Tendrá que volver al armario? A sus cuarenta y un años, Mike ya no tiene paciencia para estas historias.
Mientras, Alan tiene el problema contrario: sus alumnos en el instituto de King City le piden ayuda para organizar un Día del Orgullo Gay extraoficial. Él acepta encantado, pero no toda la comunidad está por la labor. Las familias se le echan encima y su director, con el que tan buen rollito había tenido siempre, le llama al orden. Mal momento para descubrir lo que tu jefe piensa realmente de ti.
¿Conservarán sus trabajos? ¿Conseguirán que los problemas no afecten a su relación? Mike y Alan tienen recursos para todo, y en el camino seguro que te arrancan al menos una sonrisa. La vida está llena de sorpresas, y a ellos les esperan unas cuantas. "

Opinión personal:
Nos encontramos delante de una historia que aunque nos relata y manifiesta que en la actualidad seguimos teniendo la discriminación muy arraigada en la sociedad, toda la narración es dulce y se puede leer con una sonrisa al haber también mucho humor. Es de agradecer que en los tiempos del sensacionalismo escabroso y morboso, alguien decida tratar estos temas con dignidad y de una forma educativa, añadiendo en ciertos fragmentos comedia.

Otro factor que me ha gustado es el control que demuestra la autora sobre los ámbitos y lugares de la historia. Podemos observar que hay un trabajo de documentación muy cuidado que añadiendo los datos que se nos facilita en la página que habla sobre Ruth Ibáñez, descubrimos además que algunos de los escenarios los conoce muy bien ya que ha vivido durante un tiempo en las zonas descritas.

Con un lenguaje fácil de entender y muy cercano, es imposible no empatizar con cada uno de sus personajes. Conectas con cada uno de los hilos argumentales, lo mismo que la trama principal de recordar la situación que tenían en el pasado, presente y el futuro que aún tiene que luchar y conseguir el colectivo LGBT es exquisito como está contado.

Es por tanto una lectura fresca, entretenida y con un final sorprendente que no deja al lector indiferente. Finalizando, quiero dar mis felicitaciones a su autora desde este humilde rincón.

Por todo esto, la puntuación Bloggerizados que hemos decidido darle es:


4/5

Divertida, entretenida y espectacular

Hedwig Kudo