¡Hola a todos!
Al teclado Fran. Hoy quería contaros lo que me pasó el otro día. Estaba yo tan tranquilo en mi habitación leyendo un libro cuando, de repente, se me ocurrió fijarme en el primer párrafo del primer capítulo. Entonces comprobé el de otro libro más. Y otro más. Y me paré a reflexionar sobre lo difícil que debe ser empezar a escribir. Has de buscar un párrafo, una frase, unas palabras que sean capaces de captar la atención de todos los lectores, desde los más conformistas hasta los más exigentes, y hacerlos seguir leyendo tu libro hasta el final. Y eso no es nada fácil. Es por eso que me gustaría repasar algunos de los comienzos más famosos de la literatura.
En primer lugar, tenemos a nuestro querido "Don Quijote de la Mancha", de Miguel de Cervantes. Algo tan sencillo como una descripción de un lugar y lo que hay se convierte así en un clásico de la literatura española que, no sólo ha conquistado nuestro país, sino que es estudiado y tomado como referencia en las literaturas de otros países. Y ese comienzo dice así:
"En algún lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivá un hidalgo caballero de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor..."
Pero, ¿qué me decís de la británica Jane Austen y su libro "Orgullo y Prejuicio"? Esta chica no tuvo bastante con la dificultad que ya tenían las mujeres para poderse dedicar a la literatura y a publicar libros, que va y lo hace por la puerta grande, con una frase que estoy seguro todos hemos escuchado alguna vez. Con este comienzo, se podía ver qué estaba por venir en este clásico de la literatura inglesa. Dice así:
"Es una verdad universalmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa".
Pero incluso, por poneros ya un ejemplo de lo más simple posible, me gustaría recordaros el comienzo de la obra "Moby-dick", de Herman Melville. Una simple oración compuesta de dos palabras: "Llamadme Ismael". Han sido dos palabras (bueno, tres, que en la versión original son tres) que han dado fruto a uno de los libros más importantes de la literatura norteamericana, tanto por contenido, extensión, significados ocultos... tanto es así que en muchas series televisivas se han visto referencias a algunas partes de este libro, aunque hay que saberse el libro para descubrirlas ;)
Y bueno, podríamos pasarnos horas buscando comienzos chulos de libros que nos gustan, pero creo que con estos tres nos damos por satisfechos para ver ejemplificado lo difícil que es encontrar un buen comienzo para un libro, aunque a veces parezca lo más simple del mundo.
Espero que os haya gustado esta entrada. Si queréis comentar o añadir algo, ¡los comentarios son todo vuestros! Es más, me gustaría que nos contéis cuál es vuestro comienzo de libro favorito. ¡Esperamos vuestras respuestas!
Un saludo y abrazo a todos.
FRAN
@thespiritofword
Fran que hayas puesto la frase de mi Austen ha conquistado completamente mi corazón. Mi compienzo de libro favorito no es ese (oooh, quién lo iba a decir), sino que me gusta mucho el de Fahrenheit 451 d Ray Bradbury "It was a pleasure to burn". Era un placer quemar. Un comienzo fantástico.
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