Al teclado Fran. Después de mucho tiempo sin escribir nada por aquí porque este cuatrimestre la universidad me ha tenido especialmente ocupado, vuelvo a la carga con un nuevo Bloggeando que cuando me llegó a la mente me resultó bastante interesante. Y es que llega el verano, el calor y las tardes de playa y de piscina, y todos adoptamos esa extraña costumbre de cambiar radiadores por aires acondicionados, las chaquetas y jerseys por las camisetas de manga corta y la chanclas playeras. Cambiamos las bibliotecas por las piscinas, las mochilas por las toallas y los libros de texto por los amigos. Pero hay un algo que no cambia nunca: los libros. ¿O sí los cambiamos?
Sería muy difícil definir un tipo de lectura concreto para esta estación, ya que hay gustos como colores, pero lo que sí podemos afirmar, y no me lo negaréis, es que sí que cambiamos la forma de leer. ¡Claro! Ahora que nos olvidamos de la presión de los estudios o del trabajo, que tenemos más tiempo para relajarnos y hacer lo que realmente nos apetece hacer y que podemos leer por devoción y no por obligación, nuestro hobby cambia de color radicalmente.
Cambiamos el lugar de lectura: ya no nos sentamos en nuestro escritorio a leer grandes tochos que a veces no nos interesan en absoluto, sino que ahora cogemos ese libro que lleva tanto tiempo esperándonos en la estantería y nos tumbamos en la nuestra toalla extendida sobre la arena de una bonita playa o en nuestra piscina para relajarnos disfrutando de una lectura que realmente nos apasiona.
Cambiamos las formas de leer: ya no leemos el libro que nos gusta deprisa y corriendo porque apenas nos queda tiempo por la gran cantidad de trabajo que nos está esperando y que sabemos que no se hará solo, ni lo haremos sacando horas de donde no las hay para darle a este libro la oportunidad que se merece. Por fin le hincaremos el diente suavemente, sin prisas, disfrutando cada línea e incluso releeremos el libro porque nos ha encantado.
Cambiamos las razones por las que leer: por supuesto, no es lo mismo leer, releer y empaparte de un libro sólo porque te lo han pedido para hacer un trabajo sobre él o porque tienes que explicar su argumento ante un grupo de personas, que leerlo por el placer de saber que es de tu autor favorito, porque la trama nos tiene tan enganchados que somos incapaces de dejar el libro en la mesa diez minutos o porque sabes que van a sacar en poco tiempo la nueva temporada de esa serie que te gusta tanto y que está basada en el libro que estás leyendo y, obviamente, quieres leer el libro primero porque, mayoritariamente, todos opinamos que los libros suelen ser mejores que las películas/series.
Y es por esto, entre otras muchas otras razones, por las que el verano nos gusta tanto. Así que, venga, agarra tu libro y vámonos a leer a la playa o a donde sea. Lo importante siempre es que disfrutemos de esas páginas que tanto nos gustan.
Y a ti, ¿por qué te gusta el verano? ¿qué libros vas a leer durante estos meses? ¿qué nuevas rutinas adoptarás? ¡Contádnoslo todo en los comentarios!
Que paséis un feliz verano,
Un abrazo,
FRAN
@thespiritofword
Muy buena entrada Fran, tienes toda la razón en lo que dices.
ResponderEliminarSobre todo en lo de leer con calma.
¡Claro! No hay punto de comparación con unas formas y otras.
Eliminar¡Qué gran entrada! Que pases un buen verano. :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias! E igualmente :D
EliminarTodo son grandes verdades..... Por cierto acabas de ganar un suscriptor, escribes muy bien!!
ResponderEliminar¡¡Si te quieres pasar por mi blog y si te gusta suscribirte, me harías un gran favor!!
http://yourbookisyourlife.blogspot.com/
¡Muchas gracias! Me alegro de que te guste ^^
EliminarSin duda, voy a pasar por tu blog :)